Margaret Thatcher
"Victoria Británica en la Guerra de las Malvinas"
Discurso pronunciado el 03.07.1982
Enlaces: Guerra Malvinas | Margaret Thatcher
"Combatimos para mostrar que la agresión no es provechosa, y que a los bandidos no se les puede permitir que obtengan su botín"
"Hoy nos encontramos con los resultados de la batalla de las Falklands (Malvinas). Nuestro país ha obtenido una gran victoria y nosotros tenemos el derecho de estar orgullosos. Esta nación tuvo la resolución de hacer lo que todos sabemos que tenía que ser hecho hacer lo que se sabía era lo correcto.
Combatimos para mostrar que la agresión no es provechosa, y que a los bandidos no se les puede permitir que obtengan su botín. Luchamos para apoyar muchas cosas en el mundo: el Consejo de Seguridad, la Commonwealth, la Comunidad Europea y los Estados Unidos. Sin embargo, nosotros luchamos solos, luchamos por nuestro pueblo y por nuestro territorio soberano.
Ahora todo ello ha pasado, las cosas no pueden ser las mismas de nuevo, nosotros hemos aprendido algunas cosas de nosotros mismos una lección que desesperadamente debíamos aprender. Cuando comenzamos, había personas irresolutas y pusilánimes: aquellos que pensaron que Gran Bretaña no podía por mucho tiempo llevar la iniciativa por sí misma; la gente que pensó que no podríamos por mucho tiempo hacer las grandes cosas que hicimos; y aquellos que creían que nuestro declive era irreversible —que nosotros nunca podríamos volver a ser lo que fuimos. Estaban aquellos que nunca podrían admitir —quizá algunos estén aquí hoy— que el pueblo podía haber estrepitosamente negado la idea —en el centro de sus corazones— y que ellos temían que fuera verdad con su secreto temor: que Gran Bretaña no era la nación que había construido un Imperio y controlado una cuarta parte del mundo.
Bien, ellos estaban en un error. La lección de las Falklands (Malvinas) es que Gran Bretaña no ha cambiado y que esta nación todavía tiene sus excelentes cualidades que la han caracterizado a lo largo de la historia. Esta generación puede igualar a la de sus padres y abuelos en habilidad, coraje y resolución. No hemos cambiado. Cuando los temores de guerra y los peligros para nuestro pueblo nos llaman a las armas, entonces los británicos son como siempre han sido: competentes, con coraje y resolutos. (...)
El pueblo británico fue amenazado por soldados extranjeros y el territorio británico fue invadido por ellos, y de ese modo la respuesta fue incomparable. Sin embargo, ¿por qué necesitamos una guerra para mostrar nuestras cualidades y reafirmar nuestro orgullo? ¿Por qué hemos sido invadidos antes de que dejáramos aparte nuestras egoístas intenciones y empezáramos a trabajar juntos como sólo nosotros podemos trabajar, y realizar cosas como sólo nosotros las podemos lograr?
Ese realmente es el cambio en nosotros y con la nación que tenemos. Hemos visto que el espíritu en el Sur Atlántico —el espíritu real de Gran Bretaña— se encendió por la guerra, pero ahora puede ser encendido por la paz.
(...) Sabemos que podemos hacerlo —no hemos perdido el talento. Ese es el factor Falklands (Malvinas). Nosotros nos hemos probado a nosotros mismos por nosotros mismos. Esa es la lección que no debemos olvidar. Sin embargo, es una lección que debemos aplicar a la paz justo como nosotros hemos aprendido en la guerra. La vacilación y nuestras dudas nos han proporcionado el camino para el éxito y el orgullo. Tenemos la confianza y debemos usarla."
"Hoy nos encontramos con los resultados de la batalla de las Falklands (Malvinas). Nuestro país ha obtenido una gran victoria y nosotros tenemos el derecho de estar orgullosos. Esta nación tuvo la resolución de hacer lo que todos sabemos que tenía que ser hecho hacer lo que se sabía era lo correcto.
Combatimos para mostrar que la agresión no es provechosa, y que a los bandidos no se les puede permitir que obtengan su botín. Luchamos para apoyar muchas cosas en el mundo: el Consejo de Seguridad, la Commonwealth, la Comunidad Europea y los Estados Unidos. Sin embargo, nosotros luchamos solos, luchamos por nuestro pueblo y por nuestro territorio soberano.
Ahora todo ello ha pasado, las cosas no pueden ser las mismas de nuevo, nosotros hemos aprendido algunas cosas de nosotros mismos una lección que desesperadamente debíamos aprender. Cuando comenzamos, había personas irresolutas y pusilánimes: aquellos que pensaron que Gran Bretaña no podía por mucho tiempo llevar la iniciativa por sí misma; la gente que pensó que no podríamos por mucho tiempo hacer las grandes cosas que hicimos; y aquellos que creían que nuestro declive era irreversible —que nosotros nunca podríamos volver a ser lo que fuimos. Estaban aquellos que nunca podrían admitir —quizá algunos estén aquí hoy— que el pueblo podía haber estrepitosamente negado la idea —en el centro de sus corazones— y que ellos temían que fuera verdad con su secreto temor: que Gran Bretaña no era la nación que había construido un Imperio y controlado una cuarta parte del mundo.
Bien, ellos estaban en un error. La lección de las Falklands (Malvinas) es que Gran Bretaña no ha cambiado y que esta nación todavía tiene sus excelentes cualidades que la han caracterizado a lo largo de la historia. Esta generación puede igualar a la de sus padres y abuelos en habilidad, coraje y resolución. No hemos cambiado. Cuando los temores de guerra y los peligros para nuestro pueblo nos llaman a las armas, entonces los británicos son como siempre han sido: competentes, con coraje y resolutos. (...)
El pueblo británico fue amenazado por soldados extranjeros y el territorio británico fue invadido por ellos, y de ese modo la respuesta fue incomparable. Sin embargo, ¿por qué necesitamos una guerra para mostrar nuestras cualidades y reafirmar nuestro orgullo? ¿Por qué hemos sido invadidos antes de que dejáramos aparte nuestras egoístas intenciones y empezáramos a trabajar juntos como sólo nosotros podemos trabajar, y realizar cosas como sólo nosotros las podemos lograr?
Ese realmente es el cambio en nosotros y con la nación que tenemos. Hemos visto que el espíritu en el Sur Atlántico —el espíritu real de Gran Bretaña— se encendió por la guerra, pero ahora puede ser encendido por la paz.
(...) Sabemos que podemos hacerlo —no hemos perdido el talento. Ese es el factor Falklands (Malvinas). Nosotros nos hemos probado a nosotros mismos por nosotros mismos. Esa es la lección que no debemos olvidar. Sin embargo, es una lección que debemos aplicar a la paz justo como nosotros hemos aprendido en la guerra. La vacilación y nuestras dudas nos han proporcionado el camino para el éxito y el orgullo. Tenemos la confianza y debemos usarla."
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